NO TAN TERRIBLES
Cómo crear vínculos saludables con menos frustración y más alegría
"¡Está terrible!": es lo que solemos decir cuando nos preguntan por nuestro hijo o hija que hasta ayer nomás era un tranquilo bebé. Mamás, papás y otros cuidadores nos encontramos con que, de pronto, se imponen, ya no aceptan nuestras propuestas, ponen a prueba sus límites (¡y los nuestros!) y defienden sus deseos con la furia de un huracán.
A esta etapa, que comienza alrededor del año y se extiende hasta
aproximadamente los cuatro, se la suele llamar los "terribles dos años".
¿Pero son tan terribles los "terribles dos"? ¿O más bien es terrible enfrentarse
a la idea de que nuestros hijos e hijas crecen y eligen, se manifiestan y nos contradicen, y a veces la paciencia flaquea?